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Cristiano Ronaldo ha ido creciendo partido a partido en esta Eurocopa. Ante Alemania y Dinamarca estuvo bastante desafortunado. No le salía ninguna jugada y cada vez que fallaba un tiro, un regate o, simplemente, el balón no le llegaba como él quería se rostro reflejaba enfado y frustración. Se le veía demasiado acelerado, queriendo hacer todo bien sin permitirse un mínimo fallo.
Cuando las críticas arreciaban sobre su persona apareció el Cristiano Ronaldo que todos hemos visto en el Real Madrid. Ese jugador demoledor que rompe cualquier partido y a cualquier rival. Ante Holanda anotó los dos goles que le dieron la victoria y la clasificación para cuartos de final a Portugal. Y ante la República Checa fue también el jugador decisivo que metió a su equipo en las semifinales con un gran remate de cabeza.
Ahora le toca el turno a España de sufrirlo. Liberado de esa ansiedad que lo atenazó los dos primeros partidos es todavía más peligroso. Es la gran arma de Portugal. Desactivarlo es la gran preocupación de Vicente del Bosque. Sabe que si Cristiano no se encuentra cómodo y no es capaz de desarrollar su vertiginoso juego España tendrá mucho ganado en la eliminatoria. Pero, ¿cómo se para a esta fuerza de la naturaleza?
Pues atándole en corto, estando encima de él, sin darle espacio para que pueda correr y desbordar por velocidad, con continuas ayudas de los centrocampistas para que no pueda realizar jugadas de uno contra uno. Siempre tienen que estar dos jugadores pendientes de él, pues si encara en un uno contra uno el defensor tiene todas las de perder. Fácil de decir pero complicado de hacer, porque además por la banda izquierda por la que transita Cristiano también aparece con asiduidad Fabio Coentrao, lo que dificulta la tarea defensiva a los jugadores de esa banda. Por lo tanto serán importantísimos tanto Sergio Busquets como Xabi Alonso para acudir en la ayuda del lateral para cerrar todos los caminos a Cristiano.
