Aunque la fiesta por haber logrado por fin el ansiado anillo continúa para los Heat, la franquicia de Miami parece estar trabajando en la sombra para empezar a reforzar su plantilla de cara a la próxima temporada. Los rumores que envuelven a los actuales campeones apuntan a que han tendido sus redes sobre dos veteranos, pero enormes jugadores: Chauncey Billups y Ray Allen.
En el caso de Billups, el base acaba su contrato con los Clippers, y aunque aún se recupera de la lesión en el talón de Aquiles de su pie izquierdo – hecho que le ha apartado de participar en los Juegos Olímpicos de Londres, y no se le espera hasta enero/febrero de 2013 –, lo cierto es que Miami ya ha tenido contactos con el jugador para tantear su posible interés.
Billups está contento con el trato que está recibiendo en Los Ángeles. “Me gusta mucho esta ciudad”, dijo el base. “Pero por supuesto que sería una locura por mi parte no escuchar otras ofertas. Me gusta ser agente libre”.
Es más, hasta Chris Paul – competencia directa en el puesto – ha mostrado sus ganas en que su compañero continúe en los Clippers: “Chauncey sabe que mi prioridad es que siga con nosotros la temporada que viene”.
Por su parte, Ray Allen está aún más cerca de acabar vistiendo la camiseta de los Heat. Antiguo objeto de deseo, Miami puede ofrecerle hasta 3 millones de dólares – esta franquicia ya ha superado su límite salarial –, lo que supone una cantidad bastante inferior a la que le ofrecerían los Celtics.
Sin embargo, Allen, según apuntan desde ESPN.com, no ve en eso un impedimento. El escolta – que es agente libre – está dispuesto a cobrar menos con tal de jugar en un equipo en el que estuvo cerca de recalar allá por el año 2007.
Además Allen, que no pagaría impuestos en Miami, ha mostrado ya claramente sus intenciones de seguir en activo, pero las condiciones de suplente a las que Doc Rivers parece haberle relegado suponen el acicate decisivo para que el jugador haya decidido no volver a Boston.