Índice
Xabi Alonso ya ha pasado con letras de oro a la historia de la Selección Española. Campeón de Europa en el 2008, del Mundo en 2010 y veremos si algo más todavía. Es el quinto jugador con más partidos internacionales en su haber, tercero en activo tras Iker Casillas (135) y Xavi (113), pudiendo igualar a Raúl si España llega a la final y juega ambos partidos. Unos números impresionantes que todavía pueden incrementarse bastante, ya que a sus 30 años aún le queda bastante fútbol por delante.
Con los dos goles anotados ante los franceses eleva su cifra con el combinado nacional a 15. Una cifra que no está nada mal para un hombre que no tiene entre sus tareas la de anotar goles, siendo la media goleadora bastante superior en la selección que en los distintos clubes por los que ha pasado.
Ante Francia fue el más destacado. Además de los dos goles anotados desplegó una gran labor a la hora de contener los ataques franceses, y contribuyendo también a la labor de creación, apoyando constantemente a los defensores a la hora de sacar el balón y a los medios ofensivos a la hora de combinar en la zona central.
Una vez más le ha dado la razón a Vicente del Bosque en su empecinamiento por alinear juntos a Sergio Busquets y a él mismo. El seleccionador confía ciegamente en ambos. Con los dos sobre el campo se siente protegido aunque se pierda algo de dinamismo a la hora de la circulación del balón. Además con Xabi Alonso sabe que también tiene garantizados pases largos, su gran especialidad, en momentos en que el partido lo demande.
El tolosarra goza en la selección de más libertad para llegar al área rival al no ser el encargado en solitario de la construcción del juego, como le ocurre en el Real Madrid. Aquí tiene a su lado a jugadores como Xavi, Iniesta y Silva que trabajan juntos en labores de creación. Y al tener a Busquets a su lado no tiene que estar tan centrado en tareas defensivas, pudiendo incorporarse al ataque por sorpresa como ocurrió en el gol que abrió el marcador ante Francia. Una llegada desde segunda línea que ningún jugador francés siguió, y que le permitió rematar con facilidad y acierto el buen centro de Jordi Alba.
Con España sabe que la responsabilidad a la hora de defender y construir no recae casi en exclusiva sobre su persona, lo que le permite actuar con más libertad. Además en el Real Madrid juega muy retrasado, siendo el encargado de elaborar las jugadas desde la posición de pivote, lo que le impide incorporarse al ataque con más asiduidad, algo que en la selección si puede hacer. Se puede decir que en la selección no tiene un papel tan protagonista como en su club, pero eso no le hace perder un ápice de efectividad, incluso le permite explorar otras facetas de su juego que en el Real Madrid no puede.
